La acción educativa está en constante cambio. Nuevas teorías, paradigmas, o planteamientos forman parte del movimiento que experimentan los actores educativos; y a esto se debe agregar el uso de la tecnología. Desde hace ya unos 20 años, la educación ha sido empujada por un creciente uso de herramientas tecnológicas. En la actualidad, aparatos como los teléfonos celulares, los iPods, u otros dispositivos portátiles entre los que se encuentran las laptops, las netbooks, o las tabletas digitales se han incorporado al ambiente educativo. Esta moda digital implica para el maestro una serie de consideraciones que se deben de tomar en cuenta para hacer de estas herramientas un aliado en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Para lograr un uso óptimo de cualquier recurso, se debe planear cuidadosamente lo que se desea hacer con el mismo. La incorporación de dispositivos portátiles antes mencionados necesita ser parte del currículo escolar para así no crear un conflicto entre lo que el programa escolar propone y lo que el docente desea utilizar como recurso. Se puede pensar que la autoridad del maestro se compromete al permitir que los estudiantes hagan uso de celulares o laptops. Sin embargo, si este recurso es incorporado al programa escolar y se le brinda al docente una inducción en cuanto al uso del mismo, difícilmente se convertirá en un riesgo para la autoridad del maestro. El maestro debe planificar muy bien el uso de cada recurso, sea cual sea, pero debe poner mayor atención cuando de tecnología se trata ya que hoy en día los estudiantes manejan muy bien todo lo relacionado con este tema.
Como todo recurso, hay atributos positivos que destacar. Los celulares, las laptops o cualquier otro aparato portátil cuenta con la gran ventaja de ser actual. Es decir, está de moda. Ya esto hace de estos aparatos un centro de atención para los estudiantes. Además, por medio de estas herramientas se puede incorporar la utilización de la Internet. Así se puede tener acceso a información digital de manera ágil y rápida como videos, podcasts, blogs, etc. Estos aparatos permiten que los estudiantes se mantengan actualizados con información de primera mano. Como se mencionó anteriormente, si el currículo escolar incorpora estas herramientas, el profesor podrá disponer de las mismas como dispone hoy en día de un libro de texto o una presentación de Power Point. La clave está en hacer que el docente lo vea como una estrategia más para el aprendizaje del estudiante, la cual en gran parte puede ser más efectiva que otras tradicionales por su gran sentido lúdico pero a la vez pedagógico.
Desde una perspectiva psicológica, el uso de estos dispositivos calza más con el paradigma psicogenético y el sociocultural. Por un lado, como lo estudió Jean Piaget, el estudiante debe de construir su propio aprendizaje a través de experiencias varias al interactuar con el ambiente. El maestro debe entonces encontrar el modo de que estos aparatos tecnológicos ayuden a la construcción del conocimiento y esto se puede lograr por medio de actividades controladas pero donde el estudiante sea el que alcance sus propias respuestas. Un ejemplo sería que el estudiante programe tareas varias con algunos programas como Micromundos. También cabe la creación de videos, podcasts o blogs por medio de los cuales los estudiantes pueden plantear hipótesis y comprobarlas. Por otro lado está el estudio realizado por Vygotsky y mencionado por Juan Manuel Fernández Cárdenas en su libro Aprendiendo a escribir juntos: Multimodalidad, conocimiento y discurso, el cual establece que existe una mediación cultural en el proceso educativo y por ende debe haber una participación social para que se dé el aprendizaje. Los aparatos como los celulares, las laptops o netbooks se han convertido en un medio de comunicación utilizado prácticamente por todas las personas. Si Vygotsky propone que el aprendizaje es el resultado de la interacción social, pues con mucho más razón se puede afirmar que el uso de estas herramientas tecnológicas calza más con el paradigma sociocultural. Es evidente que el uso de estos aparatos ofrece una opción por medio de la cual el docente puede generar una serie de tareas que contribuyan al crecimiento y a la interacción social del educando y que le permitan apropiarse a su vez del conocimiento. Por ejemplo, la creación de una presentación por medio de la computadora que se lleva a cabo en grupo, el uso de iPods para descargar videos que a su vez serán discutidos en grupo, y la simple utilización de un ¨chat¨ para intercambiar ideas sobre x tema se convierten en estrategias útiles para el proceso de enseñanza-aprendizaje.
En la aplicación de una estrategia o actividad pedagógica, siempre existe la posibilidad de que la misma se encuentre ubicada en un contexto, o por el contrario, que no forme parte de una realidad o posible escenario. Cuando se utilizan celulares, laptops, netbooks, u otros aparatos, es fácil pensar que siempre habrá un contexto y que el uso de los mismos se lleva a cabo con un propósito muy bien identificado, es decir, situado. Sin embargo, cabe la posibilidad de que el docente asigne una actividad donde no sea necesaria la interacción con otros, y que corresponda a un escenario totalmente ficticio o desconocido para el estudiante. En este caso, es muy probable que el proceso de aprendizaje se vea afectado por esta descontextualización. Es necesario enfatizar que el docente debe velar en la medida de lo posible por crear situaciones que se asemejen o que sean de la vida real. Con el uso de un celular como herramienta pedagógica, se está introduciendo un aparato de la vida cotidiana en el proceso de aprendizaje y por ende el éxito en la adquisición de lo que se debe aprender será más sencillo. Es importante también que el docente ubique cada actividad que plantee en una realidad que sirva al estudiante para su incorporación en la vida real.
Finalmente, este tipo de herramientas forman parte de la acción humana hoy en día. Hace 2 mil años se enseñaba a través de parábolas. En el presente, la tecnología forma parte del quehacer diario. Así, se puede situar a estos aparatos tecnológicos dentro del proceso educativo y probablemente, de estar con vida Vygotsky, los convertiría en objeto de estudio como una unidad de análisis para su investigación. Un celular, una laptop o cualquier otro dispositivo portátil pueden servir para comunicarse, para encontrar información, transmitir conocimiento, desarrollar operaciones matemáticas, crear programas, etc. Al igual que Vygotsky hace décadas planteó al lenguaje como su más importante unidad de análisis (Fernández Cárdenas, p. 37), los expertos en el tema educativo estudian la tecnología y miran con desvelo como poco a poco ésta se convierte en el medio por el cual miles de personas acceden al conocimiento. Desde cursos de materias básicas en la modalidad a distancia, hasta maestrías y doctorados en línea, el uso de todas estas herramientas tecnológicas permite un mejor desarrollo de todos los actores educativos. El análisis del lenguaje, las acciones cotidianas, las relaciones inter e intrapersonales y los factores socioculturales son esenciales para lograr un mejor entendimiento de las herramientas tecnológicas como un medio inherente al proceso educativo que se da en la actualidad.
Carlos Alberto Vega Valverde